Simplemente indescriptible, qué decir, ante estos grandísimos dioses del rock and roll más puro ... después del solo infinito de Angus y de esa estupefacción con que nos quedamos los 60.000 espectadores (yo, particularmente, con la boca abierta, no digo más...)... (aunque me faltara mi favorita Touch Too Much). Escuchando sin parar sus canciones aún días después de la euforia. Es imposible escuchar cualquier otra cosa.
Grandioso
y mortal.
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